Hacía tres meses que le había dicho a mis padres que había vuelto con Martín y mi madre ya había empezado a insistir fuertemente con que lo presentara. En verdad "insistir" se queda muy corto, porque lo que me dijo fue "o traés a Martín a comer o no te dejo salir más con él". Ustedes pensarán que a los veinte años una persona puede ser capaz de decirle a su madre que se vaya a la mierda, pero en este caso era un poco más complicado.
En mi casa siempre se vivió en base a reglas fuertes que controlaban absolutamente todo lo que mi hermano y yo hacíamos. Algún día voy a ahondar sobre este tema, pero para darles un ejemplo les puedo contar que María siempre se fijaba exactamente todo lo que comíamos (y lo anotaba en un papelito) para comunicárselo a mi madre, porque ella nunca estaba.
Cuando venía, miraba la notita y después decidía si estaba bien o si era mucho, porque había que cuidar que no engordáramos. En mi casa comer era sinónimo de pecar.
Cuando le parecía que nos estábamos pasando, o que las cosas que preparaban no eran lo suficientemente light, hablaba con María para que cambiara las milanesas por pollo, y el puré por ensalada. De postre sólo fruta, por supuesto.
Las horas de llegada a mi casa estaban controladísimas, y por supuesto que había límites. Yo no podía salir hasta tarde dos días seguidos, por ejemplo. Y muchas veces, si no le gustaba mi programa, directamente me empezaba a poner condiciones para que no pudiera ir. Si era una salida en la que iba a gastar mucha plata me daban poca, si quería ir a dormir a la casa de una amiga para poder volver tarde sin que ella supiera, no me dejaba. Y así mil ejemplos más.
Por todo esto es que supe que tenía que traer a Martín a mi casa sí o sí. Porque sino, mi madre alguna manera iba a encontrar para arruinarme la pseudo relación que tenía con él. Y ya estábamos "comprometidos" (lo habíamos hablado nosotros, pero nadie más sabía), con el plan de casarnos. Pero había que ir preparando el terreno, decir que teníamos planes a futuro y en algún momento, anunciar nuestro compromiso.Así que lo llamé para que viniera a cenar esa noche.
- ¿Hola?
- ¡Prometido! Jaja. ¿Qué hacés?
- Estaba chateando con Nacho, y organizando el viaje. ¿Segura que me regalás el pasaje, no?
- Obvio, querido. Ya te lo dije. Tengo la plata separada para vos.
- Ay, qué felicidad. Capaz que me voy dentro de dos o tres semanas, ¿qué te parece?
- Genial. Pero ya que te vas hay algo que tendríamos que arreglar antes. Mi madre quiere que vengas a comer.
- Dame un segundo que le digo a Nacho que vuelvo en diez. Listo. Y bueno, voy. ¿Cuándo?
- ¿Hoy podés? - pregunté.
- Ah, pero no pensé que era ya. Nos falta ver bastantes cosas de la historia del casamiento.
- No, no es tanto. Ya estuve pensando. Venís a comer, nos mostramos re enamorados y etcétera. Decimos que en un futuro nos gustaría formalizar nuestra relación. Y vemos que más surge.
- ¿Y el casamiento no lo nombramos todavía?
- No sé, ¿qué te parece a vos?
- No sé tampoco.
- Mirá, trato de resumir lo que pienso.
- Dale.
- Por un lado, pienso que no decir nada no nos lleva a ningún lado. Porque después vas a tener que venir otro día a decir que nos comprometimos. Y después en otro momento van a querer hacer una cena con toda mi familia. Y ahí vamos a terminar casándonos en un año, y yo a mi madre ya no la soporto más. Me quiero mudar ya.
- Bueno, entonces decimos que éstuvimos pensando en casarnos y listo.
- No, pero va a decir que ni le consulté sobre el tema. Y además va a quedar bastante repentino, no va a entender nada.
- ¿Entonces, mi amor?
- Creo que lo mejor va a ser mandar indirectas sobre el futuro, y si se llega a dar la situación decir algo del casamiento. Lo evaluamos en el momento.
- Bueno, me parece bien. Pero igual, es como vos decís, se va a ir estirando todo.
- Sí, ya sé. Dejame pensar un poco más...
- Uh, se me ocurrió algo.
- ¡Decime!
- No, no te lo puedo decir porque quiero que tu reacción en el momento sea real así es más creíble. Pero me parece que es algo intermedio entre las opciones que me planteaste.
- ¿Pero estás seguro de que puede funcionar? ¿No es muy arriesgado? Porque mirá que damos un paso en falso y se nos va todo a la mierda.
- Para mí es una muy buena idea. ¿Confiás en mí?
- Obvio, mi amor. Por algo te elegí como mi marido, jajaja.
- Bueno, entonces hay una cosa que tengo que hacer.
- Dale, tranquilo. Hacé lo que tengas que hacer, y venite a las ocho.
- Dale. ¡Qué nervios, chiquita!
- Sí, yo estoy que no puedo más. ¡Ni siquiera sé qué es lo que vas a hacer!
- Peor es saberlo, creeme.
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como odio la intriga
ResponderEliminarmaldita seas Agustina!!!
:)
Qué tortura tu vieja! Decime que lo primero que hiciste al irte a vivir sola fue atiborrarte de chatarra jajaja
ResponderEliminaragustina la P M!!!
ResponderEliminarQUIEROO SABERR!
Jodeme que te propuso casamiento ahi??? enfrente de todos????
ResponderEliminarMe muerooooo..Agus quiero que salga tu pelicula o sitcom mejor ;D
Ah el anonimo de arriba soy yo jejeje que estaba desde face comentando
ResponderEliminarAAAAAAAAAAAA HIJA DE P***!!! NO PODES DEJARME CON ESA INTRIGAA JAJAJAJAJJA
ResponderEliminarSiiii, le pidió tu mano a tus padres ahí en medio de la cena!!!! Capo!
ResponderEliminarTe estoy odiando en estos momentos. Tengo un leve presentimiento de que te pidió casamiento en la cena, no? Si acerté me gano un Mercedes 0km. no? jaja. Beso Agus, mañana me entero si gané!
ResponderEliminarAgus, que costumbre esta de dejarnos con la intriga!! jaja
ResponderEliminarTe odio, quiero saber todo de una, no por partes! jajaj... Para colmo estaba esperando que hables sobre el tema.
ResponderEliminarSoy media panqueque, hace unos días, cuando leí el post de Sebastián, las frutillas, tu borrachera... me compró. Pero con lo de Burger (amo Burger, aunque el 90% de la gente prefiera Mc), y leyendo ésta entrada... me cae tan bien Martín!. Entiendo tu indecisión... besos, espero la continuación mañana.
Uy geniaaal!!! Me gustan mucho los flashbacks. Me dejaste intrigadísimaaa!!! :D Espero que siga toda la historia hasta el casamiento que me súper intriga! :P
ResponderEliminarBeso :D
Uh qué difícil tu relación con tu mamá!!!
ResponderEliminarTienes que contarnos como ha sido todo durante a la cena!
Saluditos.
Coincido con simplemente yo... bah, me imagino que pasó eso, pero esperaré que salga de tus propios dedos jajaja.
ResponderEliminarUn beso Agus!
Después le tenés que pasar a tu mamá el menú de la fiesta, capaz hace algunos recortes!
ResponderEliminarNo me pueden decir nada porque hace un montón que no lo hacía! Pero, eso sí, mañana lo sigo.
ResponderEliminarNo los voy a hacer esperar tanto!
Me faltó algo.
ResponderEliminarSimplemente yo: Men encantaría que se hiciera una película de mi historia, pero mi blog no es muy conocido! No creo que tenga la oportunidad :(
WAAAAAAAAAAAAA! me muero!
ResponderEliminaragus, si no posteas la continuacion mañana te voy a buscar. se que vivis en un dpto al lado de vecinito. cuidate. jajajaja
ResponderEliminarSisi, saco el anillo en el medio de la cena! jaja. Una pelicula de la historia seria un exito! posta.
ResponderEliminarSe fue corriendo a comprar alianzas!! si si si... jajaja
ResponderEliminarTu madre tuvo madre?? es esa abuela que contas siempre??? por dios!! son insoportables!
Fran: Jajaja
ResponderEliminarLeila: Jajaja, con eso seguro que me ubicás!
Atareada: Me coparía hacer una peícula!
Romi: Claro, mi abuela es la mamá de mi mamá. Y se supone que uno debería aprender de los errores de sus padres para no repetirlos, pero no. Dicen que estamos condenados a repetirlos.
Igual yo, acá, delante de ustedes prometo (si alguna vez tengo hijos) no ser en lo más mínimo como mi madre y mi abuela.
no nena no nos dejes asi!! quiero saber que mas paso!
ResponderEliminarLe pidió tu mano a tu viejo? Te propuso casamiento frente a todos?
ResponderEliminarJajaja, quiero saber!
Te agregué a Facebook. =)
Beso!
¡Ay ay ay! Quiero leer ya el próximo post, la intriga mata.
ResponderEliminares mas lindo ese martín! divorciate y me caso yo, dale?
ResponderEliminarLuz: Chumorrow! Jaja
ResponderEliminarPau: Ahora te busco!
Victoria: Me imagino. Mañana!
Capicua: Jajajaja. Es divino, sí. Pero vos tenés solo 15, dejá el casamiento para los 30! jaja
Sos divina.
ResponderEliminarMe muero, pero entiendo que quisieras salir de allí ya mismo con un casamiento fingido.
ResponderEliminarTe aplaudo pues fuiste muy valiente al buscar esa solución.
Que familia mi familia !!!
ufffffffff lo que los viejos nos llevan a hacer si nos tuvieran un poco mas de confianza en realidad mas confianza en ellos mismos seguro construiriamos mejor que bajo sus malditas restricciones y te juro que yo lo experimente en carne propio
ResponderEliminarquiero saber mas!!!
ah bueno pero esto se parece a las novelas que miraba de pendeja! qué paso!?
ResponderEliminarLola: Thanks!
ResponderEliminarCris: Fui valiente, es verdad. Y conté con la ayuda de Martín. Sino no hubiera podido.
Freedom: Sí, tenés razón. Ojo, que para ellos también debe ser difícil. Como dicen, ser padre no viene con un manual de instrucciones. Igual, muchas cosas podrían haber sido diferentes.
Sweet carolain: Jajaja. En un rato lo escribo!
hola hola soy nuev y hasta aqui llegue hoy soy lectora de desencontrada y debido a mi falta de oficio obte por escudrinar entre blogs...esta vergataria tu vida hoy llegue hasta aqui
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