lunes, 21 de septiembre de 2009

Día 128 - Huésped

No pude escribir porque en estos últimos días pasaron muchas cosas. Tantas, que ahora hay un hombre en mi ducha, que no es ni Martín ni Sebastián.

Vamos por partes.

El sábado de noche, a las ocho y diez tocó timbre Martín. Nos saludamos, como la última vez, con un beso en el cachete. Teníamos que hablar, de verdad que yo quería tener una charla con él, porque me pareció que teníamos muchas cosas que aclarar. Sin embargo, fui poseída por alguna fuerza extraña que me impidió pensar correctamente cuando Martín me dio un beso en la boca.

Después del beso, empezaron las caricias. Primero arriba de la ropa, después por adentro de la misma. Le doy besos en el cuello y, despacito, le saco la remera. Me saca la mía. Sé que está mal, está muy muy mal lo que estoy haciendo pero no puedo parar. Siento su perfume y ahí sí, sé que ya está todo perdido.

Sin sacarnos las manos de encima nos vamos para mi cuarto. Caemos en el colchón. Estoy tirada y Martín me da besos en la panza, después sube hasta llegar al cuello y se queda ahí por un largo rato. Esos besos me dan ganas de sacarle todo, por lo cual le abro el botón del jean y le bajo el cierre como señal de que se lo saque. Lo hace y luego dice "Igualdad de condiciones, mi amor. Sacátelo vos también". Le hago caso. El pantalón sale volando y queda tirado en alguna parte de mi cuarto.

Pienso en Sebastián, en que tenemos poco tiempo porque tenemos que ir a la cena, pero no puedo evitar seguir. Lo veo a Martín que viene subiendo por mis piernas hasta llegar al encaje de la bombacha y ya pierdo todo rastro de cordura.

Me siento y lo tiro a él, despacito, en el colchón. Cuando está acostado le doy besos en la panza, subo hasta el cuello y después a la oreja. "Me matás", me dice, a la vez que me desprende el corpiño.

Y ahí estamos, yo sólo con bombacha y él sólo con boxer. Esas simples piezas de tela nos separan de lo incorrecto, de lo que no debemos hacer pero ya no podemos controlar. Lo miro, me mira y me pregunta si quiero parar. Le digo que no.

Me acuesta, y empieza a subir por mis piernas de nuevo. Despacito, agarra el borde de la bombacha y lo va deslizando hacia abajo. Luego, agarra el otro borde y suavamente me la va sacando.

Estoy completamente desnuda y quiero que Martín lo esté también. En ese instante. Me acerco al elástico del boxer y le doy besos por ahí. Siento que su respiración se empieza a agitar cada vez más. Se lo saco.

Lo hacemos. Es de nuestros mejores polvos, cabeza a cabeza con uno que tuvimos hace unos meses en casa vieja, mientras mis padres estaban en Punta del Este, y mi hermano y María durmiendo a pocos metros de nosotros.

Nos quedamos un rato tirados en la cama, abrazados. Sé que tenemos que levantarnos, sé que tenemos que ir a lo de mi abuela y, sobre todo, sé que tenemos que hablar de lo que pasó. Pero no quiero hacer nada de eso. Quiero quedarme tirada ahí, con él, en silencio.

Pasan unos minutos y suena el celular. Saco el brazo de Martín de encima de mi hombro, me pongo la bombacha y voy hasta la cocina. Es un mensaje de Fabián, en el cual pregunta si va con mis padres o si lo paso a buscar. Le contesto que vaya con mis padres, para tener un tiempo más con Martín antes de ir. Miro la hora, y son nueve menos cinco. Tampoco voy a tener tiempo con mi marido, le aviso que se vaya vistiendo.

Voy corriendo hasta el cuarto y me empiezo a vestir. Pienso en lo aburrido que es vestirse y en lo divertido que es desvestirse. Veo a mi marido con ropa puesta y pienso que es mejor al natural. Me dan ganas de decirle que se vuelva a sacar todo, que podemos quedarnos ahí toda la noche, comiendo cosas ricas y cometiendo actos impuros. Pero no, sé que Fabián ya está en camino y me va a matar si no voy a la cena.

Bajamos en el ascensor, y mientras caminamos por el estacionamiento me agarra la mano. No entiendo nada porque nunca fue cariñoso, pero no quiero pensar más. Quiero sacarme de encima esa cena de mierda y después sí, hablar de nosotros.

Llegamos tarde, medio despeinados. Cuando saludo a mi hermano me pregunta si acabamos de coger, le digo que sí y me río. Mi madre debe haber escuchado (o se lo debe haber imaginado), por lo que me miró con cara de orto. Se ve que después del casamiento tampoco está bien tener sexo para ella. O capaz que la cara de culo es porque llegué tarde. O capaz que no es por nada en especial, la tuvo siempre.

Empiezo a saludar a todos, y cuando llego a mi abuela me dice en secreto "más te vale que no arruines la cena con tus escenitas dramáticas". Pretendo no escucharla y sigo saludando a todos.

Como siempre, mi tío Daniel está monopolizando la conversación. Le cuenta a todos de la vez que en un museo en Londres, dijo que sus hijos tenían 11 y 13 años para pagar el precio de menores de catorce. En esa época, mis primos tendrían 19 y 21, o algo así. Dice que los mandó a que se escondieran mientras sacaba los tickets para que nadie los viera. Pienso en que cada vez que tengo cenas familiares siento más vergüenza ajena hacia mis parientes. Y me asombro, también, porque pensé que ya había escuchado todas las historias de mi tío Daniel. Pero no, él siempre va a haber inventado una excusa más para ahorrar un poco de plata.

Seguimos todas las tradiciones. Comemos jalá (una especie de pan) gulá (redonda), para tener un año redondo. Comemos manzana con miel para tener un año dulce. Mi tío Marcelo hace las bendiciones correspondientes, la del vino y la de la jalá. Por joder, le agarro el culo a Martín. Se ríe. Todos nos miran con cara de orto. Ni me importa.

Nos sentamos en la mesa, y empiezan a surgir los mismos temas de conversación de siempre. Mi abuela dice que Lital, la hija de no sé quien, se casó con el hijo de un tal Gustavo. Mi madre aporta detalles, como que ella antes salía con Nicolás, el hijo de Silvita. Mi abuela acota que Silvita es de esas mujeres que "no se arreglan", sólo porque no va a la peluquería todas las semanas como ellas dos. Las miro juntas y me doy cuenta de que son lo mismo, son los mismos comentarios, los mismos intereses superficiales, y las mismas maneras de hablar despectivamente con respecto a todo el mundo. Me alegro enormemente de no ser como ellas.

En un momento, no sé como, la atención se desvía hacia mi hermano. Empiezan los reclamos de parte de mi abuela por faltar la noche anterior. Fabián dice que fue a lo de su mejor amigo e hizo la cena con ellos. Mi abuela le dice que es un irrespetuoso y que es por la culpa de gente como él que muchos judíos se están asimilando. Es tan ridículo lo que dice que siento que voy a empezar a reír en cualquier momento. Pero siento que si abro la boca, aunque sea por un segundo, le voy a decir tantas cosas que no voy a tener más remedio que pararme e irme y pienso que la comida está demasiado rica como para dejarla en el plato. Además, todavía no comí postre, y pienso en que debería aguantar un rato más.

Mi abuela le sigue diciendo a Fabián que estuvo mal. Que como puede ser que le haya importado tan poco la cena del día anterior. En ese momento, mi madre hace una aparición estelar.
- Es culpa de Agustina eso, estoy segura.
- Basta, mamá -dijo Fabián. -Ella no tiene nada que ver.
- Ni te gastes, gordo. Que piense lo que quiera - agregué.
- ¡Pero claro que pienso lo que quiera! Pienso que vos le dijiste que no viniera a ver que pasaba. A ver si era en serio que no le íbamos a dar plata por un mes.
- Suficiente, mamá - dije. -Yo no le tengo que decir qué es lo que tiene que hacer. Tiene casi veinte años, por favor.

En ese momento, miré a Fabián y vi que se estaba levantando de su silla. Se sacó la servilleta de la falda y la tiró sobre la mesa. Debo decir que, una vez abrió la boca, pensé en que nunca en la vida lo había visto tan parecido a mí.
- Me tienen harto. Todos ustedes me tienen podrido con las obligaciones, las costumbres y las cosas que hay que hacer. Son insoportables todos. In-so-por-tables, ¿entienden? No pueden aceptar por un segundo que capaz que alguien no tiene ganas de venir a comer, o que las personas no tienen por qué escuchar chusmerío barato de la gente de la colectividad. ¿Entienden que puede ser que a nadie le interesa que Pepito se casó con Pepita? ¿O que a nadie le importe si te ahorraste dos dólares, tío?

Hizo una pausa, y continuó.

- Me pudrieron. Todos ustedes. Mamá, papá, no los aguanto más a ustedes tampoco con sus amenazas de no darme plata si no hago lo que ustedes quieren - dijo, y me miró. - Gorda, Martín, nos vamos.

Lo miré estupefacta, orgullosa de él por lo que había hecho pero sin saber que iba a pasar después. Fabián me pidió que lo dejara en casa vieja y que después hablábamos bien. "Tengo mucho en que pensar", me dijo.

Como todavía no habíamos tenido oportunidad de hablar con Martín de lo que había pasado, le dije que se viniera conmigo para el departamento. Sin embargo, la charla nuevamente se vio desplazada cuando sonó el timbre.

Cuando abrí la puerta, me encontré con Fabián. En una mano tenía un bolso, y en la otra, un sobre de dormir.

35 comentarios:

  1. sigo intrigadísima.
    Te digo, muy bien por tu hermano. Era hora!

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  2. Me alegra completamente que Fabian haya hecho eso. No podria haber actuado mejor. Ahora, no se si es muy oportuno ahora, con todos los quilombos que tenes, vivir con tu hermano. Pero, es tu hermano. Yo que vos, a los mios ya me los hubiese llevado cuando me fui de casa jajaja.
    Besote Agus :)

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  3. Y si! me imaginé...pobrecito! que familia querida!

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  4. Vestida de olvido: Oh, yeah!

    Indignada: Leé bien, es obvio quien es el que está en la ducha mientras escribo! jaja

    Julie: Sí, yo tampoco lo sé, pero fue como se dieron las cosas.
    Y ajaja, si te llevás bien, es una muy buena opción!

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  5. Amante: Sí, pobrecito, yo lo re entiendo. Pero no sé que tal va a ser vivir juntos!

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  6. Fabian es lo más.
    Demostró tener los huevos bien puestos :)

    Martín y vos son lo mejor, aunque a veces pienso que está muy mal tener tanta quimica con alguien.

    Beso grande Agus :)

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  7. Uhh me imaginaba!
    Me encanta la quimica que tenés con Martín!!! Esos polvos en la vida se repiten, disfrutalos! Jajaja
    Bueno ahora a vivir con tu hno...puede ser toda una experiencia, por lo menos tu depto tiene lugar no? Y vos no sos de esas chicas maniaticas de la limpieza asi que no vas a andar atrás de el.
    Veremos como sigue!!
    Besos :)

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  8. Salio a la hermana, jajajaja.
    Capaz es dificil vivir junto con el pero tambien tendra sus ventajas, aparte es tu hermano y estaba sufriendo mas que nunca porque estaba solo para bancar todos los asuntos familiares.
    Tenes que apoyarlo y ayudarlo mas que nunca aunque calculo que ya lo habras hecho.
    Suerte y trata de hablar con Martin lo antes posible, por el bien de los 2.
    Me parece que merece una chance final, en mi humilde opinion.


    Besos, Rodrigo.

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  9. Ahaha pobre tu hermano, me cae bien. Hablá con martin te pido por favor!

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  10. Aguante tu hermano. Debe ser complicado tomar este tipo de decisiones, aunque sea momentáneo (o no) es difícil agarrar tus cosas e irte de tu casa.
    Y Martín... qué decir!. Esa charla cada vez se pospone más y más, pero me alegré al leer que estuvieron juntos. Más le vale que cuando hablen te diga que quiere estar con vos y que se pongan las pilas ambos!.

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  11. Son chiquitos igual los mios, tiene 7 y 2 a;os :)

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  12. Cuantos deberían copiar actitudes como la de Fabian, para dejar de vivir una vida prestada, de mentiras, que peor fracasado que el que solo cumple con las expectativas de los demás?
    Saludos Aguas!

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  13. Che Agus si queres mandamelo a Fabi a Tandil que no hay dramatengo lugar de sobra jajaja y lo banco muchisimoo

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  14. Qué grande tu hermano!

    Y espectacular el encuentro con Martín!

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  15. Parece que fue un fin de semana agitado.
    ¿Tu hermano estudia? ¿Labura? ¿Podrían pensar en convivir y compartir gastos?

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  16. Que idolo tu hermano! bien ahi, mira que si los habran hartado a ustedes dos que mandaron a la mierda a la flia.
    Yo estoy pensando en hacer lo mismo, mandar todo al carajo pero primero me voy a tener que conseguir donde vivir y un job, but well maybe the next year.

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  17. Mis aplausos para tu hermano.
    Realmente es insoportable la situación que se vive, y el evidentemente explotó.

    Respecto a Martín, era de esperarse que pasara lo que pasó y me parece que esta bien porque los dos lo deseaban y el obvio.
    Te entiendo completamente cuando decís que te sentiste rara cuando te agarro de la mano ya que no suele ser cariñoso. A mi me pasa lo mismo con Franco, tampoco suele hacer esas cosas y muchas veces me saca de órbita.
    Espero que pronto dejen de postergar esa charla, se pongan las pilas y empiecen algo en cerio.

    Besos!

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  18. Agus: primero, me cagué de risa con la explicación sobre la cara de tu madre. Segundo, se reveló el hermano, impecable!! ahora son dos. Tecero, qué pena que lo hayan echado!! ¿Se podrá solucionar?

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  19. Guacha! por un momento me engañaste al principio del post, eh?
    Pero bueh... era obvio que tarde o temprano se iba a cansar, pobre!

    te dejo un beso!

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  20. jajajaja!

    todavia al final me quede esperando quien era ese tercero en discordia o cuarto! jeje, y bueno tu hermano siguio tus pasos ;)

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  21. Acá tiene que ponerse los pantalones papá. No puede ser que ese hombre deje ir a los dos hijos así, los tiene que mantener!!!! Y el abuelo se tiene que dejar de joder, y darle un depto a Fabián sin la excusa de casarse. Vana estar TODOS más felices...

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  22. Epa... heavy! bien ahi tu hermano igual!

    Saludos muchacha*

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  23. Buenisimo que ya reaccione asi... no lo perdimos (?)

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  24. Bien por tu hno!! y me parece barbaro que lo alojes, es lo menos que podes hacer!...

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  25. Que grande Fabian!!! va a ser dificil vivir con el, pero dale una mano! el paso por lo mismo que vos, tal vez lo convenzan a tu abuelo que le regale un depto en mismo edificio, o no? fue un flash?

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  26. La pregunta clave es: Fabian cocina?

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  27. Se reveló el chiquitin de la flia? Muy bien, muy pero muy bien. Ahora, se te acabó la intimidad, no?

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  28. Minerva me cagó el comentario. Si cocina es tu salvación!
    Que flia de m... Pero bueno, de a poco se están yendo todos y es un alivio. Lástima que estés todos unidos solamente por la cuestión económica.

    Saludos.

    Andrea

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  29. Bien por el, ahora estas viviendo con tu brother OMGOOD!

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  30. abrite otro blog, conseguile novia a tu hermano, que se case y así ligará su propìo depto!!!

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  31. Qué grande Fabiáaaaaaaaaaaaaaaan !! :)

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  32. No, chicos. No cocina.
    Es igual de inútil que yo. O peor.

    Se viene el apocalipsis! Muajaja!

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