viernes, 11 de septiembre de 2009

Día 120 - La presentación de Martín a toda la familia (IV)

Mientras íbamos hacia la puerta yo sentía una vergüenza tan grande que no me entraba dentro del cuerpo. Quería salir de ahí, de ese lugar, de esa familia con la que no compartía (ni comparto) absolutamente nada. Tenía ganas de salir corriendo, de no volver a mi casa nunca más. De no verle la cara a nadie, ni tener que soportarlos, para nunca en mi vida volver a escuchar cosas como las que se habían dicho esa noche.

Y, además, no sólo me sentía mal porque ellos eran unos imbéciles, sino que había arrastrado a Martín y a su familia ahí. Ellos, que no tenían nada que ver, tuvieron que padecer una cena como la que acabábamos de tener y yo me sentía horrible por eso.

Me deshice en disculpas. Les pedí perdón de todas las maneras posibles y, para mí sorpresa, fueron extremadamente comprensivos.
- No te preocupes, en serio - dijo Rosanna. - No es tu culpa.
- Ya sé que no, pero me siento mal por haberlos hecho venir. No tenían porque soportar todo eso.
- Bueno, pero lo tenías que hacer para poder irte. Y, de verdad, después de hoy entiendo perfectamente porque no los soportás más. Con todo respeto - dijo Jorge, y se rió.
- Por favor, Jorge. Son unos imbéciles. De verdad que me da vergüenza mi familia. No puedo creer que soy parte de eso.
- No sos parte - dijo Ronit, la hermana mayor de Martín. - No sos como ellos.
- En cierto sentido soy, porque a fin de cuentas son mi familia. Aunque no tengamos nada en común.
- Pero no, no lo sos. Porque te enfrentaste a ellos, demostrándoles que no sos así. Y mirá que no es fácil ponerse en contra de la familia - agregó Martín.
- No, no fue fácil. Y sé que ahora de alguna manera me la van a querer cobrar.
- ¿Decís? - preguntó Martín.
- Sí, esta no me sale gratis. Estoy segura.
- No me sorprendería que te hicieran algo - dijo Yael, la hermana menor de Martín. - De verdad, te compadezco. Si esta noche fue terrible, y duró sólo dos horas, no me puedo llegar a imaginar lo que fue convivir con ellos durante veinte años.
- Sí, yo tampoco. Menos mal que con lo del casamiento te vas a ir, aunque requiera que pases por el altar con mi hermanito querido - dijo Ronit, mientras abrazaba a Martín.
- ¡Y qué hermanito que tenés! Le voy a estar eternamente agradecida por esto - contesté.
- Ya fue, Agus. Con el pasaje ya arreglaste todo. No sabés lo que fue ver a Nacho - agregó mi (actual) marido.
- Me imagino, querido. Además, era lo mínimo que podía hacer por vos después de todo lo que estás haciendo por mí.
- Don't worry, en serio - dijo Martín, y sonrió.
- Bueno, no me preocupa. Lo que sí me preocupa es no indemnizar a tus padres y a tus hermanas por los daños y perjuicios asociados a la noche de hoy.
- Jajaja, no te preocupes, en serio - dijo Rosanna.
- No, quiero hacer algo. ¿Puedo, aunque sea, invitarlos a todos a tomar un helado o a comer un postre rico? A fin de cuentas nos levantamos en el medio de la comida.
- Bueno - dijo Jorge. - Con algo rico todo se arregla.

Y así terminamos Martín, toda su familia y yo, tomando helado y tratando de tomarnos con humor todo lo que había pasado en esa noche tan peculiar. Para ellos, por suerte, el tema terminó ahí. Por desgracia, para mí, recién estaba empezando.

10 comentarios:

  1. Increible Agus todo lo que tuviste que pasar. Hosnestamente me encanta que Martín siga siendo tu (actual) marido. Besos

    ResponderEliminar
  2. La flia de Martin es increible, unos fenomenos.
    Se portaron muy bien con vos y soportaron como unos "campeones" la situacion.
    En cuanto a tu flia, se esta ganando enemigos a nivel mundial, estoy pensando en crear un gurpo en facebook de odio a la flia de Agustina Ro, jajajaja, (con todo el respeto no? jajaja).


    Besos, Rodrigo.

    ResponderEliminar
  3. Como para no entenderte despues de esa noche Agus! La verdad unos copados los viejos y las hermanas de martin.

    ResponderEliminar
  4. Es un alivio enoooorme encontrar el apoyo en gente como la familia de Martín. Se nota que son buenas personas, a pesar de las cagadas quepueda haber hehco Martín.

    ResponderEliminar
  5. Laura F.: Sí, pero no sé si a mí me gusta. Tengo que pensar que hago con el tema de nosotros dos.

    Rodri: Jajajaj, va a ser el grupo de Facebook con más miembros de la historia!

    Julie: Sí, copadísimos! Yo me estaba muriendo de la vergüenza.

    Inti: Sí, eso es verdad. Era difícil que me apoyaran y, sin embargo, lo hicieron.

    ResponderEliminar
  6. Una de cal y una de arena. Tu familia un desastre pero la de Martín por suerte nada que ver.
    Ahora me gusta más que antes, quedate con eeeeeeeeel.

    ResponderEliminar
  7. Qué bueno que contaste con el apoyo de la familia!

    Y ahora, cómo siguen las cosas con Martín?

    Besos

    ResponderEliminar