lunes, 23 de noviembre de 2009

Día 183 - So long, farewell

Ayer decidí volver a mi casa para hablar con mi hermano como dos personas adultas.

- Escuchame, gordo cerdo. Nunca en la vida vamos a hablar de lo que pasó. ¿Me entendés?
- Sí.
- Pero nunca, eh. Never ever. Vamos a pretender que nunca sucedió lo del otro día.
- Bueno.
- Porque si empiezo a hablar, morís. ¡En mi sillón tenía que ser!
- Dijiste que no ibamos a hablar de eso.
- Sí, ya sé. Bueno, en fin. Igual tenemos que hablar de otra cosa.
- ¿No me puedo seguir quedando acá, no?
- No. Mirá, gordo, yo sé que es difícil vivir en casa vieja. Creeme que lo sé. Pero que vivas acá no es la solución.
- Ya sé que no.
- Fijate que además desde que estás acá, ya pasaron bastantes cosas. Vos y tu amigo me vieron en bombacha, yo te vi a vos...

- Entendí - dijo, tajante.
- Bueno, eso. Además, es una situación de mierda para vos también. Estás durmiendo en una bolsa de dormir en el living, no tenés un mango, estás en una casa que no es tuya.
- Sí, yo sé todo eso y también sé que voy a tener que volver a lo de papá y mamá. Siempre lo supe. Lo que pasa es que quería estirar el momento de irme.
- Sí, ya lo sé. Pero me parece que ya llegó. ¿Estás de acuerdo?
- Sí. ¿Armo el bolso? - preguntó.
- Como vos quieras. No tiene por qué ser ya. Podés irte en el correr de la semana si querés.
- No, prefiero irme ahora y enfrentar a mamá y papá de una vez.
- ¿Seguro? - pregunté.
- Sí, ya me quedé bastante tiempo acá. Es hora de que vuelva.
- Si, puede ser. Capaz es lo mejor.
- Sí. Después veo como hago para irme - dijo mi hermano.
- Algo se te va a ocurrir.
- Sí. Lástima que no tengo una versión femenina de tu Martín.
- ¿No? ¿Y esa chica?
- Es linda, pero nada más. No da para otra cosa.
- No tiene por qué dar. Le podés explicar la situación.
- No, Agus. No es tan fácil que alguien haga lo que Martín hizo por vos.
- No, tenés razón. Sólo él.
- Tal cual. Sólo él.
- Y además justo ahora estamos re bien con él entonces te tengo que estar echando de acá todo el tiempo y eso también es una mierda para vos.
- Sí, por eso. Ya es hora de que me vaya. ¿Me ayudás a juntar mis cosas?
- Sí, hermanito. Te ayudo.

Como no llegó a traer muchas cosas, juntarlas demoró muy poco. Alrededor de media hora, nada más. Eran algunas cosas del baño, algo de ropa, y su bolsa de dormir. Bajamos juntos, guardamos el bolso en el baúl, y lo llevé hasta casa vieja.

Me dio mucha pena. No sólo tenía que volver derrotado, sino también le quedaba bancarse los gritos de mis padres por haber desaparecido por tanto tiempo. Y todavía peor, volver a un lugar que más que una casa es un manicomio.

En este preciso momento mi madre debe estar llegando a casa. Pobre Fabián. Que dios lo ayude.

27 comentarios:

  1. Que dios ayude a Fabián!
    Si bien es obvio que no quería volver a casa vieja, tiene que encontrar su propia forma de salir de ahí. Va a ser lo mejor.
    No podían seguir los dos en tu departamento por siempre, tarde o temprano iba a pasar.

    Y como fueron las cosas en lo de Martín?
    me imagino que bien..
    saludos Agus

    ResponderEliminar
  2. Pobre! De verdad me cae bien tu hermano a pesar de todo... Bueno, mejor para vos agus!

    ResponderEliminar
  3. Oi pobrecitoooo!!! Bueno, capaz si todos los bloggers le tiramos buena onda se suaviza un poco la situación. Creamos en la energía positiva (?) jaja
    Beso, Agus!

    ResponderEliminar
  4. Emi: Sí, yo creo que algo va a inventar.
    Las cosas con Martín muy bien, por suerte. Vamos a ver como sigue todo esta semana :)

    Capi: Sí, es divino, pero ya había cumplido su ciclo en mi casa. Con Martín viniendo todo el tiempo se complicaba todo también.

    ResponderEliminar
  5. Pobre hermanooooo tuyo (U)
    yo lo banco :)
    ajajaja

    Que dios lo ampare !!

    ResponderEliminar
  6. Debe estar de menos su situacion y todavia volver casi que pidiendo disculpas.
    Capaz que el "regimen" se vuelve peor ahora que no lo cumplio.
    Soy ateo pero que Dios lo salve o algun simil.



    Besos, Rodrigo.

    ResponderEliminar
  7. Y sí, coincido, es lo mejor que por ahora vuelva a su casa... Qué edad tenía tu hermano?. Creo haber leído que 18, por ahí (quizá me confundo)... Si es así, puede trabajar y buscarse algo, aunque sé que los alquileres están caros y que no alcanza con cualquier trabajito que te puedas conseguir :S

    ResponderEliminar
  8. Dani: Yo tmb lo banco!
    Jajaja!

    Rodri: Seguramente el régimen se va a volver mucho peor.

    Bar: 19. Sí, podría, pero viste que no te cierran los gastos por ningún lado. Igual es una opción, ahí ciertamente no puede seguir.

    ResponderEliminar
  9. pobre!
    pero ya va a encontrar alguna solución. Es bastante inteligente, por lo que vos decís.
    Algo se les tiene que ocurrir (por favor!)

    ResponderEliminar
  10. pobre fabián!! jaja pero te entiendo, pqe me pongo en tu lugar con mi hermano que es más chico, y me parece que hiciste lo correcto.
    un beso agus!

    ResponderEliminar
  11. pobre fabi !
    espero que todo bien ...
    y vos ,con el tiempo te vas a olvidar...
    supongo

    ResponderEliminar
  12. Esperemos que cambie la situación en tu casa.... Parece bastante imposible, pero....
    Sino, de alguna manera se las va a rebuscar para irse.

    Una colecta para Fabian!!!!

    ResponderEliminar
  13. Pobre Fabián! Espero que tu madre no haya enloquecido al verlo!

    ResponderEliminar
  14. Pobre! Pobre Fabi!!! (pero tmb te compadezco a vos, Agus... ver lo que viste debe haber sido tremendoooo... hermanito arriba de una chica y en TU sillón???!!!)
    Bueno, al menos las cosas vuelven al orden (?) de siempre!
    Besos!

    ResponderEliminar
  15. Si agus, complicado, porbre tu hermano, pero como dijiste ambos sabían que esa situación iba a terminar en algún momento, igual te digo yo me mudé hace dos años de lo de mis viejos y todavía lo extraño a mi hermano.
    beso
    D

    ResponderEliminar
  16. Pobre Fabi!! Espero que halla tenido suerte. Despues nos contas. Besos

    ResponderEliminar
  17. Voto por un pobre Fabián yo también, pero que ibas a hacer? estar en tu casa no era la solución

    ResponderEliminar
  18. Bueno, una más que lo escribe, pobre Fabián. Pero bueno, capaz se pueda ir con algún amigo. Porque cuando uno se va de la casa, volver nunca es lindo, y menos a "esa" casa.
    Saludos.

    Andrea

    ResponderEliminar
  19. pobrecito!

    Pero en si, bastante complicado se le va a ser poder salir de ahí..

    Besos

    ResponderEliminar
  20. muy entretenido este blog

    seguiré echando un vistazo

    saludos!!!

    ResponderEliminar
  21. Agus me reí con lo del sillón jajaja. Me estoy actualizando, perdoná que te dejé por muchos días pero no estuve conectado con la blogósfera. Así que se fue tu hermano y las cosas con Martín están geniales. A ver qué pasa ahora... ¿estaremos cerca de un final?

    ResponderEliminar
  22. Ay pobre che, me dió mucha pero mucha pena. Ojalá no sea tan terrible la cosa.

    ResponderEliminar
  23. que lindo blog!!! te empiezo a aseguir.....

    ResponderEliminar