martes, 17 de noviembre de 2009

Día 179 - Flashback: Lo único que faltaba

- Bueno - dijo la modista. - 88 - 62 - 93.
- Mirá que bien - dije. - No estoy tan lejos del 90 - 60 -90.
- Bueno, pero es todo gracias a mí - acotó mi madre. - Si no fuera porque te estoy ayudando a cuidarte con las comidas tu cola mediría mucho más que 93. Muchísimo más.
- Siempre tenés algo que decir vos.
- ¡Y a vos nada te viene bien! ¡Reconocé que es por mi ayuda, tampoco te pido tanto!
- Basta, mamá.
- ¿Basta me decís? Hubieras venido hace unos meses a hacerte el vestido y te ibas a llevar una sorpresa muy fea cuando te tomaran las medidas.
- Peso lo mismo hace dos años y tengo más o menos el mismo cuerpo. No digas pavadas, por favor.

La modista nos miraba sin emitir sonido.
- A ver, Elena. Vos que podés ser objetiva acá. ¿Estoy gorda?
- No, para nada.
- ¿Tengo la cola enorme?
- No.
- ¿Ves? - pregunté dirigiéndome a mi madre. - Está todo en tu cabeza.
- Y bueno, Agustinita. ¿Qué te va a decir ella? Si te dice que estás gorda se queda sin trabajo.
- ¡Me tenés harta! No sé ni para que viniste. Todo es un problema con vos.
- Tengo que venir porque vos tenés un gusto horrible - contestó mi madre. - Si te dejo sola no sé que clase de vestido podés llegar a inventar.
- Me hartaste. Andate y yo hablo con Elena. Vos no tenés voz ni voto acá. Es mi vestido de novia. Mío, ¿entendés?
- Elena, yo después la llamo. Usted me tiene que responder a mí, ¿entiende? Yo soy la que paga acá.
- Andate de una vez. No necesito tu plata para el vestido.
- ¿Ah, no?
- No. El abuelo me va a dar para cubrir todos los gastos. Así que te podés ir yendo.

Caminó hasta la puerta pisando fuerte, y salió dando un sonoro portazo.
- Es todo un caso mi madre. Me tiene harta, te juro.
- Todas las madres tienen una relación complicada con las hijas.
- ¿Pero tan así? ¿Vos ves otras chicas a las que la madre les diga tantas cosas?
- No, tantas cosas no. Pero bueno, entendela, vos sos chica también. ¿Qué tenés, veinte años?
- Veintiuno.
- Y bueno, piensa que tiene que ayudarte a decidir. Qué sé yo.
- Es más que eso, pero bueno. Vayamos a lo nuestro.
- Contame. ¿Qué idea tenés?
- Quiero un vestido strapless. Pero que sea dura la parte de arriba, no sé como explicarte.
- Sí - dijo mientras hacía un bosquejo. - Entendí.
- Y la pollera quiero que sea grande, pero no tanto.
- Ajá.
- Y bueno, no sé bien como explicarte la idea que tengo.
- A ver si esto se le parece - dijo, mientras me mostraba su boceto. - A grandes rasgos, al menos.
- A ver - dije, mirando el dibujo. Eran solo unas líneas, pero había entendido lo que yo quería. - Perfecto.
- Genial. ¿Te gusta que sea bordada la parte de arriba?
- Mmm, puede ser. ¿Tenés alguna revista?
- Sí - dijo, y me mostró una. - ¿Así te gusta?
- Sí, me encanta.
- Bueno. Es una primera idea.
- ¿Decís que sea adecuada para mi tipo de cuerpo?
- Sí, va a quedar lindo. Tenés cintura chiquita y parte de arriba chiquita en general. El contraste con la parte de abajo amplia va a quedar bueno. Y tu madre no se va a poder quejar de tu cola porque no va a quedar para nada grande.
- Ah, genial. Bueno, yo ahora me tengo que ir a la facultad, pero después te llamo y me decís qué cosas tengo que comprar. Acordate que me caso en un mes, no tenemos mucho tiempo.
- No hay problema. Estamos bien encaminadas.
- Barbaro, Elena, gracias por todo. - dije, mientras la saludaba. -Te llamo más tarde entonces.

Al otro día de este episodio, fui a lo de Teresa.
- ¿Cómo estás, Agus?
- Más o menos, qué sé yo. Con los preparativos del casamiento.
- Sí, tenés muchas cosas que hacer. Escuchame, te tengo que hablar de algo.
- ¿De qué? - pregunté extrañada.
- Bueno. Me llamó la terapeuta de tu madre.
- ¡¿Qué?!
- Sí, dice que tu madre está muy deprimida por como está la situación entre ustedes. Dice que cuando fueron a lo de la modista la trataste muy mal. Y parece que con tu hermano también se está llevando mal.
- ¡Pero si es insoportable! Aparte siempre se llevó mal con Fabián.
- Sí, ya sé, pero parece que además está estresada por tu casamiento y la mar en coche.
- Estamos todos igual. Pero no entiendo para que te llamó la terapeuta.
- Ella dice que es obvio que ustedes tienen grandes diferencias...
- Chocolate por la noticia.
- Y bueno, planteó que vayan a terapia familiar.
- ¡¿Me estás jodiendo?! Ay, dios. Lo único que me faltaba.
- Yo te diría que lo pensaras. Por lo menos para irte de tu casa en buenos términos.
- Es cualquiera, Teresa. Por favor.
- Sólo te pido que lo pienses.
- Ok, lo voy a pensar. Pero no te prometo nada.
- Vos pensalo.
- Sólo porque me lo pedís vos, que te quede claro.
- Por mí, entonces. Pero pensalo.

15 comentarios:

  1. admiro tu capacidad para haber sobrevivido a tu madre. o que ella haya sobrevivido, yo la hubiese matado mucho antes..
    un beso agus! segui contandonos de martin!

    ResponderEliminar
  2. muy bueno tu blog siempre lo leo te dejo el enlace del mio para que lo visites. http://lula-todopuedeestarmuchopeor.blospot.com/2009/11/mil-veces-autentico.html

    ResponderEliminar
  3. ohmm que madre x dios ! vos sos una genia x soportarla no cualquiera lo haria

    saluditos

    vane

    ResponderEliminar
  4. tu mamá parece de novela pero de las yeguas
    nena que cuerpitoooo

    ResponderEliminar
  5. Pensé que tenías otro tipo de cuerpo...
    Esas medidas son geniales !!
    Cómo tu madre dice que estás gorda y que tenés que estar en permanente régimen ???
    Es una enferma tu vieja ! XD

    Qué buena actriz que es haciéndose la vícyima y la deprimida ! u.u
    La odio ¬¬

    ResponderEliminar
  6. Me paso algo muy parecido hace algunos años...Lo quieras o no, tarde o temprano, vas a tener que llegar a tener la madurez y tranquilidad como para aceptarla, no aguantarla, pero poder estar en una misma habitación con ella sin entrar en colera ni deprimirte. Te aseguro que se puede :)
    Besos!!

    ResponderEliminar
  7. No sé como habrá ido pero la idea no era tan mala

    ResponderEliminar
  8. la verdad que una cagada.
    que garron agus

    me alegro poR mi vieja. que está tan tan curada de espanto conmigo QUE TE JURO (Y TE LO JURO)... ME CASO DISFRAZADA DE EMPANADA Y ES CAPAZ DE NO DECIRME NADA

    besooooo
    v

    ResponderEliminar
  9. jajjajjaa si empezaron terapia familiar los próximos posts pueden ser muy entretenidos

    ResponderEliminar
  10. Perdón pero yo acepto tus medidas más que gustosa... no entiendo porque tu madre te atormenta de ese modo!

    ResponderEliminar
  11. Terapia familiar?

    Eso si que sería un suplicio!

    ResponderEliminar
  12. Si que duro! pero te casaras muy joven chica, asi que adelante!

    Saludos

    ResponderEliminar
  13. Yo también pensé que tenías otro tipo de cuerpo. No que eras gorda, obvio, porque intuyo que tu mamá ve la realidad algo bastante distorsionada. Pero sobre todo con 93 de cadera no puede decirte que tenés culo grande!. Yo tengo 95 y no me considero culona ni nada parecido. Dios mio...

    ResponderEliminar
  14. Tu vieja, sin conocerla, me da bronca.

    ResponderEliminar