Volvimos a mi casa Martín y yo solos porque dejamos a mi hermano en la casa de un amigo. Durante el trayecto y hasta que entramos al departamento yo estuve muy callada. Tenía muchas cosas en la cabeza. Por supuesto que Martín se percató de esto y en seguida me preguntó que había pasado. Yo fui hasta mi cama y me tiré. Él me siguió.
- Yo siempre fui una princesa - dije, mirando el techo.
- ¿Qué? - preguntó sin entender.
- Que yo siempre fui una princesa. A los cinco años conocí Santiago de Chile, a los seis Orlando, a los siete Cancún, a los ocho Las Vegas, a los nueve Miami, a los diez Santo Domingo y así hasta que recorrí Europa a los diecinueve y Nueva York a los veinte. Fui la única de mis amigas que recibió un auto a los dieciocho y un departamento a los veintiuno. Soy una princesa.
- Es verdad.
- Cuando eramos chicos, mi abuelo nos llevaba a Fabián y a mí a la juguetería y nos decía que eligiéramos lo que quisiéramos. Sin ningún tipo de límite. Me podía llevar todas las Barbies que había en el local si quería.
- Sí...
- Y cuando era el cumpleaños de Fabián, mi tío Marcelo me regalaba a mí la mitad de la plata que le regalaba a él. Lo llamaba "premio consuelo", y nos lo daba para que ningún hermano se sintiera mal en el cumpleaños del otro porque no recíbía regalos.
- Me contaste.
- Es como te digo, siempre tuve todo. Pero por supuesto que todo tiene su parte buena y su parte mala. Tener plata, obviamente, no es la excepción.
- Yo sé.
- Durante toda mi vida vi tantas peleas por plata que no terminaría nunca de contártelas. Tuve que ver a mis cuatro tíos peleándose entre sí por una cuenta que les abrió mi abuelo, de la cual se apropiaron injustamente mis tíos Gabriel y Mauricio. Vi como le decían a mi padre que él estaba enfermo y que era mejor que ellos dos se encargaran de los temas económicos. Ví, también, a mi abuelo decir que a sus hijos sólo le interesaba su plata y que le iba a dejar todo a sus nietos. Para qué lo dijo. A los dos días mi tío Gabriel se apareció en mi casa diciendo que mi abuelo estaba senil y que él iba a empezar a manejar unas cuentas de Estados Unidos.
- ¿Y qué pasó?
- Mi abuelo se enteró y dijo que nadie podía tocar sus cosas. Que la plata era suya y que él decidía que hacer. Al final terminó poniendo unos departamentos a nombre mío y de Fabián para que tuviéramos algo cuando él ya no estuviera. Pero ahora que mi abuelo está mal seguro que los venden para quedarse con la plata ellos. Igual eso no es lo que más me preocupa, pero no sé que pueda pasar con mis cuarenta y ocho metros cuadrados.
- Nada, este departamento está a tu nombre. Nadie puede hacer nada.
- No creo que sea tan así. Ellos dos son capaces de hacer cualquier cosa. En fin, vamos a ver que pasa. De última vuelvo a lo de mis padres, qué sé yo.
- No vas a tener que volver. ¿Pero qué fue lo que pasó hoy de noche? Estuviste callada todo el elmuerzo.
Le conté la historia, y se acostó al lado mío.
- ¿Sabés lo que fue para mí escuchar que mi abuelo fue declarado incapaz? Hasta hace dos meses estaba al frente de la empresa. Con trescientos empleados a su cargo, manejando, haciendo todo solo.
- ¿Y ahora?
- Ahora vive con enfermeras que hacen cada una turnos de ocho horas, para no dejarlo solo nunca. Ya no trabaja, ni siquiera sale a la calle. Apenas se puede levantar de un sillón sin ayuda.
- Y bueno, mi amor, tiene ochenta y siete años. Tenés que alegrarte por como estaba hasta hace un tiempo, lo normal es que la gente de su edad esté como está el ahora. ¿Entendés?
- Sí - dije, a la vez que me caía una lágrima.
- Vos pensá que lo disfrutaste muchísimo tiempo - dijo, mientras me abrazaba.
- Ya sé, pero eso no quita que se esté muriendo.
- No hay nada que puedas hacer más que estar con él.
- Yo sé. ¿Sería mucho pedir dejar nuestra charla para otro día? Te prometo que pronto, pero hoy no. Por favor.
- No te preocupes. ¿Querés que me quede un rato?
- Sí. Quedate.
- Bueno, chiquita, me quedo con vos.
martes, 27 de octubre de 2009
Día 161 - Iom Uledet Sameaj (III)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Muy duro de afrontar lo que pasa con tu abuelo.
ResponderEliminarLos abuelos forman una parte muy especial en nuestras vidas. Son como un "todopoderoso" y siempre nos dan "TODO".
Y verlos así, tranquilos y sin decisiones propias creo que es devastador para los nietos.
Lo único que queda es pasar la mayor parte del tiempo posible con él, y hacer que se sienta bien.
P.S.: Me gustó que Martín sea comprensivo… un amor.
Besos y fuerza Agus, estamos acá para lo que necesites.
Tu familia me hace acordar a la mia. Judios, con negocios y toda la cosa... Es un bajón el tema de la familia y lo garcas que pueden llegar a ser. Sabés que decidí hacer yo? No ser parte de mi familia, osea, si de mis viejos, pero de la otra, nanai. Ni bola
ResponderEliminarUna amiga siempre me cuenta como discute con su abuelo en el departamento donde viven. Yo le digo lo bueno que es que todavia lo tenga para discutir.. yo lo extraño siempre al mío.
ResponderEliminarfuerza agus! y divino Martín en esta situación, hay que reconocerlo. Un beso!
Sí! Esta vez, Martincho se puso de tu lado. Eso estuvo bueno!
ResponderEliminarAy Agus, cada día mi vida se parece más a lo que te pasa...
ResponderEliminarMi abuelo tampoco está nada nada bien, internado ya... yo quiero verlo pero no puedo porque me hace demasiado mal verlo así, en terapia...
Y hasta hace un mes trabajaba, iba y venía, desp, se mudó a casa, y empezó a decaer y decaer hasta como está ahora...
¿Te digo la verdad? Te envidio un poquito por tener tu Martín... a mí uno propio me ayudaría y sostendría un montón, siento que en cualq momento me caigo...
Ojalá todo con tu abu salga bien..!!! De corazón!
Estos momentos son complicados y la mayoria de las veces las palabras sobran.........
ResponderEliminarAnimo y a las ordenes.
Besos, Sepee
Fuerzas y ánimo...
ResponderEliminarPensá en acompañar a tu abuelo nada más... el tema de tus tíos se verá en otro momento.
aaagus ,espero que estes bien :/
ResponderEliminarseguro que todo va a mejorar
suerte y mil saludos ,
y no te preocupes por tus tios ,son familia ,
se van a dar cuenta de su error :/
Me da mucha pena lo de tu abuelo y mucha bronca lo de tus tios.
ResponderEliminarDetesto las familias con plata la conchademivieja!
Mucha fuerza para vos, para tu abuelito y para tu hermano Fabi.
(A mi me daban premio consuelo cuando alguno de mis hermanos estaba enfermo también!! Y si te enfermabas, mis abuelo te regalaban cosas cuando te venían a visitar)
A Martín lo amo, qué querés que te diga?
Jaja
Si no se quedaba a dormir con vos un rato lo mataba.
Beso Agus!
Martín dia a dia demuestra ser un caballero... creo que a pesar de todo y de cómo se logren resolver las cosas, a su manera el te quiere.
ResponderEliminaryo hoy por hoy estoy tratando de entender que quizás con mi ex de toda la vida, el amor no sea suficiente. pasaron muchas cosas, nos queremos, nos tenemos un cariño infinito, pero somos tan distintos, que aunque nos amemos no podemos estar juntos. y .. si tiene que ser, será.
princesa o no, no la verdad no me imagino que algo asi le pase a mi abuelo, lo veo todavia tan entero y parandose todos los dias a conseguir el dinero para la semana y tiene 82 años.
ResponderEliminaranimo! y tu abue estara bien.
Augh, que tiernos!
ResponderEliminarAgus, te entiendo. Acompañá mucho a tu abuelo, está siempre con él y tratá de pasar a su lado todo el tiempo que puedas. Besos!
ResponderEliminarA mi abuelo le pasaron cosas similares y ahora mirandolo un poquito de lejos (fallecio hace 2 meses, tenia 89) pienso que feo debe ser para ellos verse asi, sin hacer nada. Es horrible vivir estos momentos. Ojala todo se solucione bien.
ResponderEliminarFuerzas!
Agus, querida, te mando un beso enorme. Lamento que tu abuelito esté así, pero pensá en lo que dijo Martín, lo disfrutaste muchísimo. Lo que le pasa es el ciclo de la vida.. y para siempre te queda todo el amor que te dio.
ResponderEliminarCon respecto a los temas económicos, buscá un abogado y averiguá, tenés la suficiente fuerza como para no dejar que tus tíos se manden cagadas.
Vamos, chiquita!!!
no para de sumar el chabón!
ResponderEliminarESO ES AMORRRR!!!!!
ResponderEliminarMucha fuerza Agus!
ResponderEliminarHacé como dice Soli: disfrutá de la compañía de tu abuelo.
Besos
que cagada.
ResponderEliminarlo unico que tepuedo decir es que aproveches el tiempo que te queda
pero intntá pensar en la idea en que tu abuelo es grande y demás.
pero para que depsués no te caiga tan tan mal
(y no es que digo q se va a morir ya.. tampco es eso)
pero siempre hacerse a la idea ayuda.
Beso Agus.
volvimos
v
Tu relato me llegó, más que nada porque pienso en mis abuelos y me pone verlos mal y no quiero pensar en lo que podría pasar de acá a una semana.
ResponderEliminarAgus,lamento mucho lo de tu abuelo. Por un lado, es esperable que en algún momento empiece a decaer,pero ¡qué duro de pasar!
ResponderEliminarUn beso enorme
Martìn me hace acordar tanto a uno que yo sè...
ResponderEliminar