Al otro día de que le dejé el cartel a mi madre implicando que la que tenía que adelgazar era ella, en seguida noté que el clima en mi casa se estaba poniendo cada vez más pesado.
Cuando me levanté vi a María cocinando una tarta de jamón y queso. Normalmente, lo que dejaba los sábados cuando se iba eran empanadas, pero me comentó que mi madre le había dicho que las empanadas tenían mucha masa y que hasta el día de mi casamiento estaban prohibidas. Ya arranqué mal el día.
A eso de las ocho de la noche, volví de tomar un café con una amiga y abrí la heladera para servirme un vaso de coca. Para mi sorpresa, la coca de un litro y medio que había visto de mañana había desaparecido sin dejar rastro. Fui hasta el cuarto de Fabián y le pregunté si se la había tomado él y me dijo que no. Que había ido después de almorzar a servirse un vaso y que no la había encontrado. Entre los dos pensamos que era imposible que mis padres se hubieran tomado la botella entera, por lo cual decidimos preguntarle a María que había pasado con la coca. Le mandamos un mensaje de texto preguntándole por el paradero de la famosa botella y nos contestó que ella no se quería meter.
- Gorda cerda, ¿qué quiere decir con que no se quiere meter?
- Que acá mamá hizo algo. Seguro que escondió la coca para que yo no me hinche o alguna pelotudez del estilo.
- ¿Decís que volvió a esconder las cosas como cuando eramos chicos? - preguntó Fabián.
- Para mí que sí.
Fuimos a la cocina y empezamos a buscarla. Abrimos los roperos, revisamos todos los rincones de la heladera y hasta nos fijamos atrás de ella. Nada. Decidimos ir al escritorio de mi madre, que es un cuarto de casa vieja enteramente dedicado a guardar porquerías suyas. Revolvimos absolutamente todo, nos fijamos adentro de cada cajón, en los roperos y atrás de unas cajas. La coca seguía sin aparecer. El siguiente lugar de búsqueda fue el cuarto nuestros padres, en donde tampoco obtuvimos ningún resultado. Ya vencidos, fuimos al living. Encontrar esta coca era más difícil que encontrar oro.
Nos fijamos abajo de una mesa, en los sillones, adentro de un ropero y de la coca ni rastros. En un momento, mi hermano se sentó en la silla de computadora y vio una bolsa de Levi's en el piso. Sorprendentemente, la coca estaba ahí adentro, tapada con dos remeras. En mi vida me hubiera imaginado que una coca que originalmente pertenecía a la heladera se encontraba en el piso del living al lado de la impresora. Para peor, estaba caliente y tuvimos que esperar a que se enfriara para poder tomarla. Mientras, nos sentamos en las sillas del comedor.
- Tengo hambre, gorda - dijo Fabián.
- Hay tarta de jamón y queso.
- ¿Dónde? - preguntó mientras iba hacia la cocina.
- ¿No está arriba de la mesada?
- No.
Me acerqué a donde estaba él y vi que en el lugar en el cual María siempre nos dejaba lo que había preparado estaba vacío.
- Lo único que falta es que tengamos que hacer otra búsqueda del tesoro para encontrar la tarta - dije, previsiblemente molesta.
- Si escondió la coca, escondió la tarta también.
Ya bastante enojados, empezamos a buscarla. Descartamos, en principio, todos los lugares de la casa en donde habíamos estado buscando la coca. Nuestro territorio de búsqueda se redujo, por lo tanto, a la cocina. En la heladera no estaba, tampoco en el microondas ni adentro del horno. Nos fijamos arriba de la heladera, en el cajón de los cubiertos y en los roperos. Nada. Lo único que nos quedaba era el cuarto de María.
- ¿Decís que entremos? - pregunté. - No da.
- Entramos un segundo y si no vemos nada, nos vamos.
Entramos al cuarto, y a primera vista no encontramos nada. No sé por qué, a Fabián se le dio por abrir el primer cajón de la cómoda. Y ahí estaba. El premio. El tesoro. La tarta de jamón y queso.
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Nunca pensaste en denunciarla? Esa mujer, pasa la linea de la locura
ResponderEliminarY por que no los mataba directamente de hambre?
ResponderEliminarHacer comida para despues esconderla...pobre!
Lo de tu mamá ya es realmente SERIO
ResponderEliminarCon toda la onda, tu madre es un ser desagradable y repudiable totalmente!!
ResponderEliminarPd: Les dejo mi blog de noticias...
www.DiarioGratarola.wordpress.com
Besos
Ale
siiin palabras... cuesta creer que hacía (( y hace )) todo lo q contás, q terrible!
ResponderEliminarTu madre definitivamente no es normal, no solo es mala madre sino que esta medio psicopata(con el debido respeto lo digo no?).
ResponderEliminarEse tipo de acciones no responden a una persona cuerda pero por suerte "los super hermanos" una vez mas superaron el desafio y se burlaron de la "bruja". Jajajajajajajajaja.
Estas situaciones son hilarantes, me imagino a los 2 jugando a la busqueda del tesoro por una coca y una tarta, jajajajaja.
Besos, Rodrigo.
Ojo, igual es gracioso desde la perspectiva que vos lo contas y mirando la situacion desde afuera pero caclulo que en ese momento no era nada gracioso.
ResponderEliminarBesos, Rodrigo.
Pero aparte es una pelotuda! Si yo quiero engordar, voy a comer a mc donald's y listo. Se pensó que con estas idioteces me iba a controlar el peso. Por favor.
ResponderEliminarLa mandaría a tu mamá a tener una conversación con Dr. House, asi la destruye un poquito. Aunque en esta temporada pinta bueno (siempre fue bueno mi amoor)
ResponderEliminarPero, lo amo demasiado como para dejarlo con tu mamá.. asi que me tendré que ocupar personalmente de ella.
Lo que hace el amor, viste?
Jajaja
Beso!
que cínica tu madre. No puedo creer que haga ese tipo de cosas...
ResponderEliminara veces los apdres nos e dnac uenta que cuando queremos una cosa laconseguimos a toda costa...
jajaja
besito agus
Jaaaaaaaaaaaa, para mí que tu madre quería que quemaras calorías en la búsqueda del tesoro ;)
ResponderEliminarBesos
Fuera de broma, tu mamá tiene problemas psicológicos. En serio. Se psicoanaliza o algo?, no puede ser así una persona.
ResponderEliminarñam!
ResponderEliminarjajjaj que tarada! pero.. estaba rica al final?
ResponderEliminarAy Dios! que mujer! pero era una lógica medio limitada, es obvio que podías pedir comida o irte a algún lado a comer...me parece que era mas para hinchar las pelotas que otra cosa
ResponderEliminarOk, esto ya es mucho. Me supera, lo juro!Cuál es el problema de dejarte ser feliz?
ResponderEliminarah, no. tu vieja está completamente desquiciada!
ResponderEliminarNo puedo creeeeer, tu madre es un caso perdido maaal. Increíble que les escondiera la coca cola y la tarta, y encima en lugares totalmente insólitos (eso es un agregado nomás, ya que esconda las cosas es inaudito).
ResponderEliminarEs cierto lo que decis! si queres engordar la comida la vas a encontrar igual!! Preferible que comas en casa y que no huyas de ella, no lo entiende?
ResponderEliminaragus , leo el blog desde que emzaste y nunca deje nada...pero se me ocurrio algo...a tu mama que le gusta?? nose, los aros la ropa colecciona revistas???algo lo que sea que a ella le guste....escondeselo!!!!
ResponderEliminarsaludos!!
Caro
LO BUENO DE TODO ESTO ES QUE FABIAN ESTUBO CONTIGO...
ResponderEliminarESCONDER LA COMIDA? ESO ES DE ENFERMOS....
Tu madre, tu madre y tu madre!
ResponderEliminarQue mujer por favor. Nunca se relaja? Digo… siempre haciendo estas cosas para molestarte.
Necesita un tratamiento!
che vos sos la misma que escribe el blog "no tan barbara"? porque tienen un par de cosas en comun, por ahi no te dio la imgainacion para inventar otras cosas. es tan obvio que es mentira toda esta historia, querida!
ResponderEliminarsabrina
Tu vieja me hace acordar a la mamá de LG, de Ciega a Citas... qué cargosa!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminares simplemente tremenda tu madre
ResponderEliminarhdppppppppppppppppppp!
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