sábado, 27 de junio de 2009

Día 48 - Mesa para dos

Ayer, cuando volví de dar clase, tuve que sacar todas las cosas de Martín. Por suerte se había llevado las cosas de afeitar y etcéteras del baño, pero dejó algo de ropa por si alguna vez llegaba a pasar algo parecido, la cual tuve que meter en roperos y cajones. Después me dispuse a guardar las fotos, esconder las alianzas y lavar los platos que habían quedado del jueves de noche. En fin, esta vez la maratón fue para pasar de ser una mujer casada a una soltera, y también requirió de un enorme esfuerzo.

A eso de las nueve me bañé, y después comencé con la tarea de elegir el atuendo adecuado. Como estábamos en mi territorio, decidí que podía ser un poco más atrevida (por decirlo de alguna manera) y opté por un vestido. Azul, hermoso, con una cintita negra a la altura de la cintura. Con respecto al calzado, elegí unos zapatos negros en punta, de taco corrido, divinos.

El vecino tocó timbre a las diez y quince con una botella de vino en la mano.
- Ay, qué divino. ¿Me perdonás que la otra vez que me invitaste no lleve nada?
- Si me das un beso lo puedo llegar a considerar.

Me acercó a él y me dio un beso, largo y profundo. Nos quedamos ahí como veinte minutos, dándonos besos contra la puerta y manoseándonos como adolescentes. Creo que si no hubiera sido porque nos interrumpió el timbre del delivery, nos salteábamos la cena e ibamos directamente a la cama.
Como no sabía qué le podía gustar al vecino, opté por una opción bastante segura: pasta. Ordené dos opciones para darle a elegir: capelettis y ravioles, y dos salsas: cuatro quesos y carusso. Cuando llamé, pedí que a las salsas las mandaran aparte.

Nos quedamos en la cocina (tengo una especie de barra, como en los bares) y nos sentamos a comer ahí. Me gusta más que la mesa del comedor, porque me permite estar bien cerca de él. En su departamento es igual, y la otra vez comimos ahí así que me pareció una buena idea.
Le pregunté que prefería y me dijo que le daba lo mismo, que eligiera yo. Después de un rato de persuadirlo para que se decidiera, optó por ravioles con salsa cuatro quesos y me alegré porque yo quería los capelettis a la carusso. Somos el uno para el otro - pensé.

El vecino es un tipo inteligente, es de esas personas a las cuales te da placer escucharlas hablar, con las que tenés conversaciones interesantes. No sé como explicarlo, hay gente con la cual los temas de conversación simplemente surgen y todo se va dando de forma natural, sin silencios incómodos ni nada por el estilo. Con Sebastián me pasa eso, me podría quedar horas y horas escuchando sus historias, mirándolo, e imaginándome cómo serían nuestros hijos.

Para el postre se me ocurrió comprar masitas, las cuales Sebastián me iba dando de a una en la boca. Luego de que le di una yo, me empezó a dar besos en la mano, siguió subiendo por el brazo y se quedó en mi cuello un rato largo. Cuando me acerqué a él, busqué su boquita en forma de corazón, y después le seguí dando besos en el cachete hasta que llegué a la oreja. En este punto empecé a sentir su respiración claramente mucho más agitada, a la vez que subía su mano por mi pierna y se iba acercando peligrosamente hacia la bombachita de encaje. Siguió su camino hacia mi panza, y terminó por sacarme el vestido ahí mismo. Y después, como en las películas, tiró todo y me subió a la mesa del comedor. La misma, donde el día anterior había estado cenando con mis padres y Martín.

14 comentarios:

  1. me mató la ultima parte! jajajaj
    exelente blog, un beso(:

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  2. Mesa para dos
    y un pack de hormonas alborotadas para 40
    Jajajaja


    Beso Agus!

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  3. ¡Divino! Me alegro mucho que todo haya salido perfecto. Parece que el vecinito prometeeee!!!! :D

    Hoy Martín? O ya cumplieron el jueves? :P

    Ay mi Diossss, sos la envidia de muchas, jajaja.

    Beso grande! :D

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  4. Mejor imposible, no hay posibilidad de reclamos podría decirse.
    Estuviste con Martin, y ahora con el vecinito, que cumplió al pie de la letra con la carta que le dejaste.

    Bien por tí, un beso grande!

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  5. Què jugadoraaa, me encanta, que siga asì!

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  6. Esa es una MUY BUENA manera de decirle a tu vieja "cagate, loca".
    Qué campeona.

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  7. Nooo... El vecino volteador de mesas es un maldito cliché. Obvio, igual que la mesada. Hubiera estado bueno hacerlo en... mmm... No, hablando en serio. ¿Sabés Agus que no me termina de cerrar el vecino? :S No se qué onda.

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  8. Debe ser que sos hombre Pablo o nosotras estamos todas calientes, no se

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  9. Me encanto!!!!
    Además me fui haciendo imágenes mientras te leía.... pero eso de imaginarse a sus hijos !!!
    Definitivamente como dice Madie sos la envidia de muchas !!!

    Besotes

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  10. pero qué buen polvooo
    aunque ojo porque que da dolor de espalda, o de cintura
    Yo con hernia de disco tengo que ser cuidadosa
    Te juro
    jajaj

    bueno me alegro por tu nocheee.
    beso
    v

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  11. bien sirve para bajar el stress buena vuelta a la solteria en forma completa

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  12. JA JA lo de los lugares de una casa podés llegar a morirte pensando en eso!! Justo hace unos días estaba pensando "en esta misma pared donde me estoy recostando..." JAJAJAJA

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  13. IDOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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